Envejecimiento

Los 10 hábitos que aceleran el envejecimiento: evítalos para mantenerte joven y saludable

Diez hábitos de vida que no son nada aconsejables si deseas frenar el envejecimiento

Estudio: un estilo de vida poco saludable acorta la vida 23 años

Estos son los hábitos saludables que incorporar a tu vida

Envejecimiento
Envejecimiento celular
Blanca Espada

A todo el mundo le gusta lucir joven y saludable, especialmente cuando comienzan a cumplirse años y se llega por ejemplo a los 40 y también a los 50. Sin embargo, a veces nuestros hábitos cotidianos nos juegan en contra y aceleran el proceso de envejecimiento. Algunos de estos hábitos son tan comunes que ni siquiera nos damos cuenta de cómo afectan a nuestra piel, nuestro cabello, nuestro cuerpo y nuestra mente. ¿Quieres saber cuáles son los 10 peores hábitos que te hacen envejecer antes de tiempo? ¡Toma nota porque todavía estás a tiempo de revertir la situación!.

Hábitos que aceleran el envejecimiento

Los hábitos de vida que aceleran el envejecimiento y que además, son bastante comunes, de modo que es fácil que sigas alguno de ellos, por lo que si tienes claro que deseas verte más joven y con una piel resplandeciente tal vez sea necesario pensárselo dos veces y dejarlos de lado.

Fumar

Fumar es uno de los hábitos más dañinos para la salud y la belleza. El humo del tabaco contiene más de 4000 sustancias químicas que dañan las células y los tejidos del organismo, provocando enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer1.

Además, fumar reduce la cantidad de oxígeno y nutrientes que necesita la piel para mantenerse saludable y activa las enzimas que comprometen su elasticidad1. El resultado es una piel seca, arrugada, manchada y con aspecto apagado.

No dormir lo suficiente

Dormir es fundamental para la regeneración celular y la reparación de los daños causados por el estrés, la contaminación y los rayos UV. Cuando no dormimos lo suficiente, interrumpimos el ritmo circadiano de las células de la epidermis y favorecemos la aparición de ojeras, bolsas, arrugas e imperfecciones1. Lo ideal es dormir entre 7 y 8 horas al día, en un ambiente oscuro, silencioso y cómodo.

Llevar una vida sedentaria

El ejercicio físico es esencial para mantener el cuerpo en forma, el corazón sano y el cerebro activo. El movimiento estimula la circulación sanguínea, la oxigenación celular, la eliminación de toxinas y la producción de hormonas que nos hacen sentir bien1. Por el contrario, llevar una vida sedentaria favorece el sobrepeso, la flacidez, la celulitis, la depresión y el envejecimiento prematuro. Lo recomendable es hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada al día, como caminar, bailar, nadar o practicar algún deporte.

Abusar del maquillaje

El maquillaje puede ser un gran aliado para resaltar nuestra belleza natural, pero también puede convertirse en un enemigo si lo usamos en exceso o no lo retiramos correctamente. El maquillaje puede obstruir los poros, impedir que la piel respire y acumular residuos que favorecen la aparición de granitos, puntos negros e infecciones1. Además, algunos productos contienen ingredientes químicos que pueden irritar o alergizar la piel. Lo mejor es usar maquillaje solo cuando sea necesario, elegir productos hipoalergénicos y naturales y desmaquillarse siempre antes de ir a dormir.

Consumir alcohol

El alcohol es una sustancia tóxica que afecta a todos los órganos del cuerpo, especialmente al hígado, encargado de filtrar las impurezas de la sangre. El alcohol deshidrata el organismo, altera el equilibrio hormonal, inflama los tejidos y genera radicales libres que dañan el ADN celular. Todo esto se refleja en una piel seca, opaca, enrojecida y con arrugas prematuras. Además, el alcohol puede provocar problemas digestivos, neurológicos y psicológicos.

Comer mal

La alimentación es clave para mantener una buena salud y una buena apariencia. Los alimentos que consumimos nos aportan los nutrientes que necesitamos para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, muchos alimentos procesados, refinados o fritos contienen grasas saturadas, azúcares añadidos, sal o aditivos que pueden perjudicar nuestra salud y nuestra belleza1. Estos alimentos pueden causar obesidad, diabetes, colesterol alto, hipertensión arterial e inflamación crónica1. Además, pueden robarle a nuestra piel la hidratación, la luminosidad y la firmeza que necesita. Lo ideal es seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado azul y agua.

Exponerse al sol sin protección

El sol es fuente de vida y de vitamina D, pero también puede ser muy perjudicial si no nos protegemos adecuadamente. Los rayos UV penetran en la piel y provocan daños irreversibles en las células que producen colágeno y elastina. Estas son las fibras que sostienen la estructura de la piel y le dan elasticidad. Cuando se deterioran por el sol, la piel pierde firmeza y aparecen las arrugas. Además, el sol puede causar manchas, quemaduras, alergias y cáncer de piel. Por eso, es imprescindible usar una crema de protección solar todos los días, incluso cuando está nublado o en invierno.

Frotarse los ojos con frecuencia

Los ojos son una zona muy sensible y delicada que requiere cuidados especiales. Frotarse los ojos con frecuencia puede provocar la descomposición del colágeno y hacer que aparezcan arrugas y capilares en la zona alrededor de los ojos. Además, puede irritar o infectar los ojos y causar problemas de visión. Lo mejor es evitar tocarse los ojos con las manos sucias y usar un contorno de ojos hidratante y nutritivo.

Vivir con estrés

El estrés es una reacción natural del organismo ante situaciones difíciles o amenazantes. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico o excesivo, puede tener consecuencias negativas para la salud y la belleza. El estrés libera cortisol, una hormona que altera el equilibrio hormonal, el sistema inmunológico, el metabolismo y el estado de ánimo.

El cortisol también afecta a la piel, ya que reduce su capacidad de regeneración, de hidratación y de defensa. Así, el estrés puede causar acné, rosácea, eczema, psoriasis, dermatitis y envejecimiento prematuro1. Para combatir el estrés, es importante practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga, la respiración profunda o el masaje.

Beber poca agua

El agua es vital para el organismo, ya que participa en todas las funciones vitales. El agua también es fundamental para la piel, ya que le proporciona hidratación, elasticidad y luminosidad. Cuando no bebemos suficiente agua, nos deshidratamos y nuestra piel se vuelve seca, áspera y apagada1. Además, la falta de agua puede provocar dolores de cabeza, fatiga, estreñimiento y problemas renales.

Lo recomendable es beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día, preferiblemente fuera de las comidas.

Estos son los peores hábitos que te hacen envejecer antes de tiempo. Si quieres lucir joven y saludable por más tiempo, evita estos hábitos y adopta un estilo de vida más sano. Tu cuerpo te lo agradecerá.

Lo último en Lifestyle

Últimas noticias